Roquetes plantea el caso de un distrito obrero de Nou Barris. El distrito está situado en el extremo nordeste de la ciudad. Es un barrio relativamente nuevo que comenzó a sufrir una importante transformación urbanística y demográfica a partir de los años 1950 con la llegada de una gran ola de inmigración procedente de toda España y especialmente de Andalucía. Ante la dificultad de acceder a un vivienda asequible, a pesar de la construcción de un polígono de viviendas promovido por la Obra Sindical del Hogar en 1954, muchas familias optaron por construir sus propias casas en terrenos sin urbanizar, sin ningún tipo de servicio básico y cerca de las fábricas donde trabajaban. Esta mezcla de autoconstrucciones y casas bajas dispuestas en una complicada orografía todavía perdura hoy en día. Roquetes posee una larga historia de luchas comunitarias para exigir precisamente mejoras en la infraestructura y los servicios básicos que siguen presentes no obstante se hayan realizado algunas mejoras significativas en las últimas décadas. En la actualidad, el barrio posee uno de los índices más elevados de desocupación de toda la ciudad, una alta tasa de inmigración y también de problemas de acceso a la vivienda. A causa de las dificultades socio-económicas que padecieron y padecen sus habitantes desde los inicios del barrio, las luchas vecinales y los movimientos sociales están muy arraigados en la zona.